Lázaro | Volumen III :: Para leer on line~

Durante esta semana me ha sido imposible centrarme y escribir como es usual. Así que en lugar de darle vueltas he preferido descansar para que la inspiración y las musas se renueven. Es un ejercicio necesario para continuar por la senda que me he trazado ;)

Dicho esto, estoy dedicando este tiempo a hacer otras tareas pendientes como corregir El abrazo de Apolo, una de mis máximas prioridades en estos momentos. Por esa razón he estado y estaré ausente de las redes sociales hasta nuevo aviso.

No obstante, no vengo con las manos vacías: regreso con una nueva entrega. Hoy llegamos al último de los volúmenes que conforman Lázaro.



¿Conoces la historia de Lázaro? He aquí la sinopsis para quien aún no haya leído este precioso relato:

El imborrable recuerdo del sabor del amor que habita en el pasado a través de una serie de cartas.

Deseo que os guste. Recordad que ya podéis comentar con vuestra cuenta de Facebook, así que me gustará leer aquellos comentarios que queráis dejar en el blog ;)

Más abajo está la historia para leer, pero si lo que queréis es descargar el tercer volumen id AQUÍ.


Compartid esta entrada si os gusta en vuestras redes sociales o círculos más próximos para que otras personas puedan leer esta historia. Gracias =)

Otro día, más  ♫♪♪♥♥♥♥♫♪♪ 

Eleanor Cielo~
Novelas adultas para corazones adultos







de esta obra registrada.

::NO COPIES. SE ORIGINAL::

 




Carta quinta~

Hoy quise encerrarme en una pequeña cajita, así, con llave por dentro. Dejar que todo el ruido desfilase sin mí, para que la vida pasase de largo y nadie en el escenario se diese cuenta de que yo no estaba actuando.

Dentro de ella, podía percibir tu aura y bailar sin preocupación alguna al son de la música de tus palabras impresas en mi corazón. Te abracé mientras despertabas, me abrazaste mientras yo iba de un lado a otro porque me sentía inquieto: alguien podría llegar a percatarse de aquel relicario olvidado en un rincón escondido del mundo y me despertaría de mi sueño consciente.

Apreté los puños cuando presentí que la magia se desvanecería, pero tú tirabas de mí y me llevabas hacia atrás pronunciando mi nombre entre susurros y caricias. Yo te miraba estremecido, inseguro, como si sintiera que debiera permanecer contigo; por otro lado, que soltase tu mano y retrocediera a la realidad.

Y entonces lo hiciste. En aquel momento desplegaste tus alas enormes y cambiaste el escenario por completo. Un sueño aún más profundo cayó sobre mí, me robaste la llave y borraste la cerradura cuando, con tus yemas, deslizaste los dedos sobre ella. Sollocé.

Comenzaron a caer suaves copos de nieve mientras la esencia de tu ser se fue diluyendo en cada rincón. Como un murmullo sordo y lejano alcanzaban tiernas risas, una dulce música y otras eufonías que ahora no recuerdo. Yo estaba extasiado.

Por favor, llévame contigo... ¿lo harás? ¿Lo harás, precioso Lázaro?




Carta sexta~

Anoche soñé que era valiente. Que tenía las suficientes fuerzas para volver a mirarte a los ojos y decirte sin rodeos pero con firmeza, ese te quiero por el que me regalabas tu vida.

Dejé a un lado las sábanas tibias para sentarme en el alféizar de mi ventana y, aunque desnudo y acurrucado, pude ver todo desde allá arriba; más cerca del cielo que de la tierra, alcanzaba a sentir el calor del sol que comenzaba a desperezarse con el aroma de la mañana recién hecha.

Escudriñé desde lo alto el mundo. No sé cuánto tiempo permanecí así, pero el terciopelo rojo insistió en abrigarme y me rodeó con su superficie tersa y nostálgica. Me lamenté de mi suerte sin justificación alguna y alcé la barbilla. Estaba decidido. Ahora estoy convencido de que al fin pude liberarme después de tantos años de ceguera y de pasos errados.

¡Deseé tanto volver a verte! Morderte en la intimidad de nuestra inocencia y atrapar -otra vez- cada uno de aquellos suspiros que me regalabas mientras la pasión de nuestros deseos se ataba de por vida.
Y aquí estoy. Frente a tu puerta, dispuesto a dejarme traspasar por el umbral y por el dolor placentero que me causa volverte a ver sonreír. ¿Podrás perdonarme? Sólo quiero volver a reconocerme en la inmensidad de tu calidez.

Apuesto a que tu precioso felino sigue rozando cada rincón con su cabecita...



Comentarios

  1. Me encantó. Esta historia me deja con un buen sabor de boca, porque al principio pensé lo peor, jejeje, pero al terminar de leerla ufff!!! es mucho mejor!!! Gracias por compartirla con todos nosotros.
    Cosa aparte, me da mucho gusto que estés "descansando" mientras te visitan de nuevo las musas. Cuídate mucho mi estimada Eleanor. Saludos.

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